martes, 20 de abril de 2010

Los deportes aberrantes son un deporte

Continuando con la serie aclaratoria del equívoco término "deporte", que ha perdido un significado concreto para pasar a ser utilizado para denominar casi cualquier cosa, hoy me ocuparé de la beatificación y tergiversación del término por parte de los medios de comunicación oficiales. En estos medios se considera al deporte no como un hecho concreto y mensurable (según defendemos aquí, cualquier competición basada en el ejercicio físico) sino como un impreciso cajón de sastre en el que se puede meter de todo (desde juegos de mesa a ejercicio sin competición por medio), siempre que sea considerado positivo. Oficialmente, el deporte es necesariamente sano, estético y promovible desde los poderes públicos. Este hecho choca frontalmente con la realidad del propio deporte "oficial", repleto no sólo de chanchullos y corrupción sino de prácticas totalmente contrarias a la salud, como reflejamos en los artículos sobre el doping en el ciclismo y en el fútbol.

Esta concepción oficialista choca también con los que muchos consideran "deportes aberrantes", como deportes de riesgo, de contacto violento como el boxeo o cosas como el lanzamiento de enanos, que por muy lesivo para la dignidad que pueda parecer no deja de ser objetivamente el mismo tipo de competición que el lanzamiento de disco, jabalina o peso. La frase típica es la de "eso no es un deporte". Parece que por no ser "políticamente correcta" una actividad no puede ser un deporte, aunque reúna todos los requisitos. Desce aquí nos oponemos a este reduccionismo y del mismo modo que reivindicamos que el ajedrez o el póker no constituyen un deporte, defendemos que el lanzamiento de enanos o el vale tudo deben ser considerados un deporte. Deporte no es sinónimo de "positivo" o "negativo", sólo de competición con ejercicio.

Abajo podéis ver un entretenido vídeo de un deporte que algunos consideran aberrante, en su versión femenina:

5 comentarios:

la aguja dijo...

Quizá deberías definir qué es para ti deporte y dejarte de explicar lo que (para ti) no es deporte. A lo mejor así nos das un punto por donde empezar a debatir.

Decir que consideras al lanzamiento de enanos deporte y al ajedrez no lo consideras un deporte me parece que es caer en la procacidad sin más interés que el ánimo de polemizar.

Mira, te lo voy a explicar y gratis. Independientemente de tus gustos y aficiones, deporte es todo aquello que la sociedad considera que es deporte. Y la sociedad la conforman varios estamentos. Entre otros, y mal que te pese, las Administraciones públicas. A nuestro país me estoy refiriendo, y luego te explico este punto.

Son éstas (las Administraciones públicas) las que establecen que, para ellas considerar como deporte, una actividad ha de reunir una serie de requisitos: un reglamento, una competición reglada, y una federación internacional que regule esa actividad. Esto entre otros requisitos.

Quizá pueda existir una federación internacional de lanzamiento de enanos, pero la sociedad en general no lo va a considerar deporte.

Quizá nuestra sociedad española no considera deporte las carreras de camellos, pero en otros países sí que lo pueden considerar deporte (no digo que lo consideren deporte, porque quizá en los países donde estas carreras suponen una actividad mercantil a través de las apuestas les trae mucho sin cuidado qué es y qué no es deporte).

Otro estamento a tener en cuenta, mal que nos pese, a la hora de decidir qué es y qué no es deporte es el CIO.

Y otro estamento son los medios de comunicación (de momento vale con éstos).

Mientras estos tres estamentos consideren al ajedrez un deporte ya te puedes quemar a lo bonzo que el ajedrez es un deporte.

Hablas de reduccionismo, pero en él caes al considerar deporte sólo aquello que implica un ejercicio físico.

No sé qué deporte hace entonces el co-piloto en los ralis, ni el cazador y el pescador que matan animales sentados en una puesto de caza o pesca, o los adiestradores-entrenadores de palomas mensajeras... supongo que conoces la existencia de dos federaciones deportivas españolas (reconocidas por el CSD) que amparan las actividades con palomas mensajeras (la de colombofilia y la de colombicultura). Sin embargo la cetrería no está considerada deporte (más bien se considera un arte).

También existe una federación deportiva española que se ocupa de las carreras de galgos, y ya me dirás qué deporte hace un adiestrador en el canódromo.

Hablas de competición, y sin embargo en el alpinismo (himalayismo o andinismo) no existe ninguna competición mensurable y sigue siendo considerado un deporte.

Permite otro ejemplo: anualmente se celebra una carrera en la ciudad de Nueva York; se trata de subir corriendo las escaleras de un rascacielos muy famoso; esto no es un deporte, es sólo una prueba de resistencia física.

Ahora bien, si la IAAF decidiera incorporar las carreras en escaleras a su calendario atlético, la subida de rascacielos pasará a ser considerado un deporte, con mayor o menor reconocimiento. Le pasó en su día a la marcha atlética. Ahora ya está asentada hasta en los JJ.OO., aunque sigue con sus problemas (las famosas tarjetas).

El debate sobre definir el deporte es viejo y además estéril, pero por favor, evita provocar sin motivo. No conviene al discurso.

Por eso te repito lo que te digo al principio: define lo que es para ti deporte... pero convén en que solamente estarás definiendo lo que para ti es deporte.

Deporte es... aquello que la sociedad considera que es deporte. De momento, y en contra de mi parecer, la caza, la pesca, el alpinismo, las carreras de galgos, la suelta de palomas mensajeras, y alguna otra que ahora se me escapa, son deportes.

Quedan sin incorporar al estatus de deporte el lanzamiento de dardos, el paintball, la lucha de brazos (el clásico pulso), y alguna más que también se me escapa.

Lamento haberme extendido más que tu propio artículo, pero es lo que pasa cuando se provoca.

Anónimo dijo...

Mi idea es dar una definición de deporte que se base en una definición objetiva, en este caso parto de la de la RAE, con la que estoy de acuerdo, deporte sería: Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujección a normas.

La definición según la cual deporte es lo que la sociedad considera deporte (que ya había leído en tu blog) se puede aplicar a cualquier otro término y viene a ser quedarse en el punto de partida. Al fin y al cabo la idea central del artículo es desmitificar la "idea oficial" según la cual el deporte es "positivo" per se y el "no deporte" negativo, cuando en realidad el deporte sería como un cuchillo, que puede utilizarse de forma positiva o negativa independientemente del hecho concreto en sí.

De todos modos tienes razón en que el debate es estéril y de hecho, esta serie de artículos no pretende más que escribir algo original (si lo consigue) sobre el deporte, que no sea ni la información habitual de resultados, cotilleos y chorradas varias, ni la "información seria" sobre corrupción o temas sociales de The Great Sportsmen. Al fin y al cabo, la importancia de lo que es o no deporte o del mismo deporte en sí es algo así como nula en relación a la economía, la organización social, la ciencia o cualquier tema más serio. Bueno saludos

Anónimo dijo...

Soy Peloto, olvidé loguearme

la aguja dijo...

Saludos Peloto. Me ha gustado mucho como has encajado la crítica. Por eso me atrevo a departir un poco más contigo. Sólo quiero puntualizar dos cosas (no te asustes con un nuevo infumable):

1) mi definición de deporte es, obviamente, una perogrullada

2) de la RAE no te fíes. Mira el significado de algo tan trivial como "mesa"; según la definición que dan en el DRAE yo tengo una mesa que no es tal (sí, la pobre tiene complejo de identidad...); mi mesa es una tabla abatible que está sujeta a la pared con lo que ¡¡no tiene patas!! (la compré en esos grandes almacenes de muebles baratos); al grano que me pierdo en dibujos: sin embargo en la nueva definición de "mesa" que tienen propuesta en el DRAE (pero que aún no está aceptada) mi mesa ya será una mesa...

Quiero decirte con esto que en definiciones técnicas el DRAE siempre irá (necesariamente) por detrás de la sociedad. No sé si mi mesa se encuentra a gusto con su indefinición, pero yo la llamo mesa y cuando un amigo viene a casa y la ve exclama: "¡qué mesa tan chula!". Y le tengo que explicar que aún no es una mesa...

Con la definición de "deporte" que da la RAE pasa tres cuartos de lo mismo.

Saludos y lo dicho, enhorabuena por encajar la crítica tan deportivamente como lo has hecho. No hay muchos así.

la aguja dijo...

Perdón por el autoenlace, pero es que te cito y te enlazo en él.